Se acabó, se acabó eso de dar por muertos los sueños y enterrar las ilusiones.
Es el fin de creer perdidas todas las partidas de ese juego al que todavía no he jugado, porque he comprendido que los sueños solo mueren cuando se han cumplido, que las heridas cicatrizan y el dolor es pasajero.
No quiero que las lágrimas continúen nublándome la vista, no puedo hallar mi camino, y deseo encontrar el sendero hacia el país de Oz, donde siempre hay ilusión.
He tardado demasiado en ver que el olvido anestesia el dolor y la pena se muere con la risa, pues siempre he querido vivir en soledad ignorando a la multitud.
Nunca he logrado amar, claro, si no me he querido ni yo… y mi corazón también tiene fecha de caducidad… se acabó…
Voy a dejar de pensar en las viejas batallas vividas, y en las futuras también.
…se acabó…
Hoy abriré en mi alma una ventanita para dejar pasar la brisa de la mañana y así aliviar mi mal.
Cuando el cielo esté gris miraré únicamente ese trocito por donde el sol intenta saludar.
En mis tinieblas hay una luz…
Mi alma hoy quiere volar, ser una gota de agua en una ola del mar o ser una flor en un gran jardín.
Mi alma quiere volar, romper cadenas y soñar…
...En mis tinieblas hay una luz...
nunca lo sabrás, cambia el viento, cambia la estación y no siempre se encuentra una razón...